La arquitectura articula las experiencias del ser-en-el-mundo y fortalece nuestro sentido de realidad y del yo; no nos hace vivir en mundos de mera invención y fantasía (Juhani Pallasmaa).
Al centro una banca. Si te sientas, puedes observar el patio con sus árboles y pasar un buen rato. También puedes sentarte a tomar un café por la mañana o conversar con algún vecino. Atrás está la escalera que te lleva de banca en banca, cada una en un pasillo cuyos extremos rematan con las entradas a mundos particulares. El patio rectangular se percibe también desde la escalera, pero difuminado. A su alrededor se desarrolla la vida de este edificio de departamentos.
Rochester 64 es un proyecto austero y sencillo, en el que priorizamos los espacios comunes. Aquellos elementos que suelen pasan desapercibidos, como pasillos y escaleras, se convirtieron en espacios para la contemplación, en los que de alguna forma los límites de la vivienda se extienden para brindar a los usuarios opciones dentro de la cotidianidad del lugar. En consecuencia, los materiales responden a la privacidad que se requiere en cada caso, siendo unos más traslúcidos que otros.
El entendimiento del contexto urbano nos permitió crear una planta baja libre que funciona como una transición entre el conjunto y la ciudad, entre estar afuera o adentro. Asimismo, mantuvimos el vínculo con la naturaleza al impregnar de vegetación los vacíos resultantes, para complementar de esta manera la idea de las transiciones como lugares de reposo.
Alejandro Gutiérrez, Laura Sofía Vargas, Juan Carlos Sainzz
TAAB | Diego Torres, Diana Ortiz
NANO C | Rafael Lucio, Javier Valdivia, Sarahbel García
Juan Benavides, Luis Gallardo, Margarita Gorbea
1,280 m2
Eric E. Antonio, Juan E. Meneses, María del Pilar