Para Kevin Lynch, cada ciudad tiene una imagen pública que resulta de la superposición de varias imágenes individuales. Estas imágenes son mantenidas por un conjunto de ciudadanos y se vuelven necesarias dentro del funcionamiento colectivo de la ciudad.
Nuestro interés por la arquitectura moderna en México nos llevó a tomar como referencia para este proyecto los edificios públicos de esa época, los cuales no sólo destacan por su monumentalidad sino también por su integración a la ciudad. Siguiendo los requerimientos establecidos por el Instituto Nacional Electoral (INE) en la convocatoria del concurso, nuestra estrategia apostó por la calidad urbano-arquitectónica del conjunto, para optimizar el funcionamiento del proyecto y crear un vínculo socioambiental con la ciudad.
La composición de la propuesta parte de un esquema con elementos sueltos, como en los campus universitarios, que permite integrar los dos edificios existentes, que decidimos conservar, así como crear espacios abiertos entre las piezas. Los usuarios pueden transitar por estos espacios y convivir libremente. De esta manera, se generaron cuatro plazas principales que articulan y dan fluidez al proyecto, pero que además priorizan el uso de jardines y andadores, y dan una imagen de conjunto que interrelaciona el interior con el exterior.